Los sistemas de alerta de proximidad ofrecen a las industrias de alto riesgo una solución eficaz y probada para reducir la posibilidad de accidentes y colisiones en entornos peligrosos. Son especialmente eficaces para alertar a los operadores de vehículos de la presencia de peatones trabajando cerca y reducir el riesgo de colisiones entre vehículos y peatones.
Sistemas de alerta de proximidad:
Los sistemas de alerta de proximidad utilizan una tecnología innovadora para crear una zona de detección invisible y ajustable alrededor de peligros como vehículos, equipos de planta y activos. El personal que trabaja en la zona suele llevar etiquetas en la ropa que interactúan con el peligro cuando está cerca. Cuando se traspasa la zona de detección, una alerta sonora, visual y/o vibratoria informa a los operadores de maquinaria/vehículos y a los peatones etiquetados que se encuentren en la zona del riesgo inminente, de modo que puedan tomar medidas para evitar el peligro y protegerse a sí mismos y a los demás.
Se trata de una poderosa herramienta en las iniciativas de seguridad en el lugar de trabajo para reducir los accidentes y las colisiones entre peatones y vehículos, y se ha demostrado que impulsa un cambio de comportamiento positivo entre los trabajadores al aumentar la conciencia general de la situación.
A medida que evoluciona la tecnología de los sistemas de alerta precoz, se han introducido nuevas funciones y ventajas para crear una solución de seguridad más amplia, y algunos sistemas cuentan ahora no con una, sino con dos zonas de detección. Pero, ¿cuál es el beneficio de este enfoque y hace una zona de detección adicional que el sistema tenga más éxito en la prevención de accidentes?
Doble zona de detección:
El sistema de doble zona se basa en el concepto existente de PWS para alertar a los usuarios de posibles colisiones o amenazas, pero en lugar de crear una zona de detección alrededor de un peligro, crea dos: una zona de peligro interior y una zona de precaución exterior.
La idea que subyace a esta versión es proporcionar una alerta "suave" de peligro inminente cuando se traspasa la zona de precaución exterior, de modo que los trabajadores sean conscientes de la existencia de una amenaza cercana antes de tener la oportunidad de entrar en la zona de peligro. En teoría, esto da a los usuarios más tiempo para considerar su ubicación y tomar medidas. Al igual que el sistema de una sola zona, es una forma eficaz de alertar a los usuarios de posibles amenazas, pero ¿es mejor un sistema de dos zonas que uno de una sola?
El sistema dual crea una zona de seguridad alrededor de la zona de peligro interior, lo que garantiza una alerta temprana en caso de peligro. Este sistema es especialmente adecuado en grandes zonas de alto riesgo y alrededor de vehículos de gran tamaño, como los utilizados en la construcción, ya que avisa a los usuarios con antelación de una posible infracción y les da más tiempo para detenerse antes de que se produzca una colisión.
La introducción de medidas de seguridad adicionales es, por supuesto, un paso positivo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que añadir complejidad a cualquier sistema o procedimiento de seguridad aumenta las posibilidades de error y debe gestionarse cuidadosamente para evitar confusiones.
Fatiga por alarma
Es de vital importancia que exista una clara diferenciación entre las alertas de zona de precaución y las de zona de peligro. Los usuarios del sistema deben tener un buen conocimiento del mismo, ya que confundir una alerta de zona de peligro interior con la de zona de precaución podría ser catastrófico.
Las alertas de seguridad y los sistemas de alarma son una característica común en muchos entornos críticos para la seguridad, pero cuando existen múltiples alertas y/o alarmas, pueden perder su impacto y provocar complacencia y fatiga por alarma. La fatiga por alarmas provoca la insensibilización de los trabajadores, ya que las alertas múltiples se convierten en parte normal del ruido de fondo y pierden el impacto y la urgencia para los que fueron diseñadas. El objetivo de una alarma es llamar la atención. Una sola alerta es impactante, fácil de reconocer y de responder. Cuando hay varias alertas, hay más posibilidades de confusión y complacencia.
Es un problema habitual en entornos críticos para la seguridad, como hospitales y cabinas de pilotaje de aviones, donde las alertas múltiples son una característica común. Demasiada información, actividad, ruido y elementos visuales provocan agobio y aumentan el estrés, lo que puede impedir la toma de decisiones en situaciones de gran presión.
Durante un incidente de emergencia del Airbus A380 de Qantas en 2010, los pilotos recordaron una "avalancha" de alarmas y avisos visuales que causaron confusión y provocaron que dificultad para mantener la concentración en un momento muy crítico. El sector de la aviación ha reconocido el problema, ha aprendido de incidentes como éste y ha tomado medidas creando una jerarquía de advertencias con una clara diferenciación y una sólida formación para ayudar a los pilotos a comprender la prioridad de las alarmas.
Las investigaciones demuestran que la mejor manera de contrarrestar la fatiga de las alarmas es eliminar algunas advertencias o utilizar alarmas musicales que contribuyen a reducir las molestias. El riesgo está en el efecto "lobo llorón", en el que múltiples avisos de alta frecuencia hacen que los usuarios asuman que todo sigue igual, incluso cuando el peligro es inminente.
Simplificar las cosas
A veces, un enfoque sencillo es el más eficaz. Está claro que es imperativo definir un área segura o una zona de seguridad alrededor de los peligros, pero la tecnología de advertencia de proximidad combinada con barreras físicas, conos, señalización, etc. lo consigue sin abrumar a los trabajadores.
A medida que la tecnología de los equipos industriales se vuelve más sofisticada y las cabinas de los vehículos están más repletas de pantallas visuales y alarmas, es esencial que las advertencias de peligro sean sencillas. Añadir ruido adicional y una capa extra de procedimientos a un entorno ya de por sí estresante podría dar lugar a una mayor posibilidad de error.